martes, 29 de junio de 2010

EL ALMA LO INCLUYE TODO

El alma es una dimensión de nuestra vida, con cualidades y atributos humanos que incluye todo, incluso aquellas características de personalidad que a los ojos de los jueces se comportan de manera inadaptada. Ella no juzga ni rechaza lo que es material para su crecimiento. Cualquier parte nuestra que nos incomoda o nos avergüenza (envidia, maldad, orgullo, odio, sadismo,) para el alma se convierte en materia prima para iniciar un buen trabajo de transformación interior.
Por eso la propuesta del alma no es que extirpes los problemas, ni que anules lo que sientes haciendo clik, como un archivo de computadora. Pero lógico, en un mundo profano, racional y encorsetado, a veces se prefiere la cultura de la pastilla que todo lo anula o lo disimula. O el mecanismo de la negación, o de la racionalización, descalificando lo que nos pasa desde cualquier lógica que termina siendo frágil…Cuando el alma sigue apenada es porque hay que ir a buscar por otro lado. El otro lado es el lado sagrado, el que te pedirá la desnudez de tu Ser, la tolerancia del dolor al mirar tus miserias y la paciencia para sostener el proceso de cambio
El lugar sagrado es un territorio muy personal que está muy adentro de uno… profundo…hondo… riesgoso… donde estarás tú y tu alma desnuda, preguntándote y contestándote con total veracidad: quién quiero ser, qué me falta hacer, qué no quiero dar, qué estoy dando sin ganas, qué necesito recibir, qué quiero obedecer, a qué me obligo sin necesidad, qué estoy haciendo por mí misma, cuánto me arriesgo a vivir a mi manera…
Cuando tomamos la decisión de escucharla y danzamos con sus máscaras, es cuando la alquimia comienza verdaderamente, sin muletas artificiales de ninguna índole.
Para el alma el modo de sanar es adentrándote en el dolor, no ignorándolo, ni suprimiéndolo, ni tapándolo.

Fuente: "El cuidado del Alma" De Thomas Moore

sábado, 26 de junio de 2010

¿ES NECESARIO CREER PARA HACER TERAPIA DE REGRESIÓN?

Muchas personas me dicen que no hacen Terapia de Regresión porque no “creen”
A estas personas les digo que lo piensen así: La Terapia de Regresión es IMAGINAR.
Es como si te metieras en una película de 3D y tú fueras la protagonista. Todo ocurre en tu mente donde no hay tiempo ni espacio. En donde todo es atemporal…
De modo que en ese momento, mientras tú te comportas como un guionista de tu propio argumento yo me comporto como una cirujana del alma. Estando allí, compenetrada en tu historia, comprendiendo tu estado, gracias a preguntas que el método requiere sean aclaradas estrictamente, en el momento oportuno, es cuando se arriba al lugar del trauma y se “opera” sobre él. Esto es La Terapia de Regresión.
Si tú me preguntas: ¿Debo creer en una vida pasada? Para mí eso es irrelevante. A los fines terapéuticos no tiene ninguna importancia. Nos valemos de un sistema teórico que incluye un cuerpo conceptual que es esotérico y que nos sirve para entender la teoría. Desde el lugar de la fe queda en lo íntimo de cada uno, en cada corazón. No necesitamos "creer" para sanarnos, no es una cuestión de fe, porque no es religioso. Desde el lugar terapéutico es científico absolutamente aunque sus “conceptos” no puedan probarse totalmente. En otro artículo me ocuparé de acercar investigaciones serias respecto a la reencarnación. Más si esto aún no te alcanza, no tiene importancia a los fines terapéuticos, porque igual funciona.
Lo que ocurre en el cerebro, ocurre y esto es INNEGABLE.
LAS NEURONAS DE LA IMAGINACIÓN EXISTEN. Tanto si ves un objeto delante de ti como si lo imaginas, el trazado neuronal es exactamente el mismo, y esto está avalado por las revistas de ciencia más renombradas de este lado del planeta. Esto quiere decir que para tu cerebro si tienes delante de ti una flor, o la imaginas para él es verdad lo uno y lo otro. De modo que al “operar” sobre el trauma, con preguntas específicas y en el momento adecuado - que es esto lo que enseña el antes cirujano y ahora especialista en Terapias de Vidas Pasadas (TVP)Dr José Luis Cabouli- se logra curar el trauma.
De manera que no es necesario creer. Sí es necesario IMAGINAR. Ese don tan preciado que nos ha dado Dios a los humanos y que nos sirve tanto para enfermarnos como para sanarnos. IMAGINAR, IMAGINAR E IMAGINAR.
Y esto es lo bello y lo poderoso, lo tremendamente bello, y el ARTE de SANAR que tiene esta Terapia que más que ninguna trabaja con los dos hemisferios cerebrales. Y por supuesto que yo sí creo que trabajamos en varias dimensiones pero si tu no lo crees e igual te sanas porque trabajamos con TU IMAGINACIÓN y sos vos con tu inconciente quien produce tus propios símbolos ¿qué importancia tiene si crees o no en lo que yo creo si en realidad a vos te sirve para que tengas mejor calidad de vida y te deshagas de algo que te hace sufrir?
Lic Liliana Peressotti del Bon
Cel 156- 620 354

martes, 22 de junio de 2010

ALMA Y ESPIRITU


Hay una tendencia generalizada a utilizar los términos “alma y espíritu” como si fueran la misma cosa y en realidad no es así.
Cuando el alma se desprende del cuerpo su apariencia es como si fuese un doble exacto del cuerpo físico. Es así como se ven los fantasmas. El espíritu en tanto es más sutil, más intangible, y está asociado a la idea de soplo o aliento.
El espíritu sería como el sol que no requiere estar en la tierra para actuar sino que le basta con irradiar su energía a través de los rayos. El Sol seria El Gran Espíritu. Y el alma seria un rayo de Él.
De manera que al encarnar, el Gran espíritu envía un rayo de sí mismo vehiculizado en el alma. Con lo cual hay una parte del espíritu que encarna pero hay otra que nunca lo hace. El espíritu utiliza el alma como un vehículo o instrumento para la evolución de la conciencia. A su vez el alma utiliza el cuerpo físico como vehículo para la experiencia de esta conciencia.
El alma es la personalidad que asumimos en cada vida para evolucionar. Cuando morimos, volvemos al gran espíritu. Entonces decimos que volvemos a la luz.
Vale decir que todos somos un fragmento del Gran Espíritu. Por lo tanto todos somos luz. Y somos un rayo de la Divinidad.


Fuente: "Terapia de la posesión espiritual" del Dr José Luis Cabouli

martes, 15 de junio de 2010

MUDARSE A UNA CASA MÁS BELLA

La vida constantemente nos invita a “dejar atrás”. Tal como si emprendiéramos un viaje en tren vamos pasando por estaciones a las que no retornamos: la niñez, la juventud, la maternidad, la época de la madurez, cuando ya no podemos tener hijos, cuando nuestros padres se mueren. Todas estas experiencias nos ofrecen la posibilidad de cambios profundos, abandonando una etapa para dejar nacer otra: vida- muerte- vida. Pequeños ensayos de muertes menores que nos recuerdan su hermana mayor.
Sin embargo, siendo la muerte tan cotidiana es difícil hablar de ella. Nuestra cultura la niega tanto como niega la vejez. Vivimos en una sociedad que de tan tecnológica nos ha vaciado de alma, apreciando los cuerpos como maquinas que un día dejan de funcionar. Esta visión mecánica debilita el significado profundo y misterioso del vivir.
Sin embargo hay quienes han encontrado en la muerte un hecho trascendente. La doctora Elisabeth Kübler-Ross, Doctor honoris causa de varias universidades, reconocida mundialmente como una autoridad en materia de tanatología (ciencia que estudia la muerte) se dedicó durante treinta años a acompañar a niños y ancianos en el momento de morir.
E. Kübler-Ross, empezó a investigar la posibilidad de supervivencia de la consciencia, así como el encuentro con familiares y difuntos en las postrimerías de la vida. De ello surgieron varios informes que dejaban por sentado que la conciencia de la persona que muere sobrevive a final físico. Entre sus investigaciones incluye un proyecto que tomaba en cuenta a los ciegos que no habían tenido nunca ni una sola percepción luminosa. Y estos ciegos, que volvieron de la muerte, podían decir con detalle los colores y las joyas que llevaban los que los rodeaban en aquel momento, así como el detalle del dibujo de sus corbatas. Es obvio que ahí no podía tratarse de visiones.
La Dra K. Ross explica que el último sentido que se pierde es el del oído, por lo cual recomienda hablarle al moribundo /a. “Es importante- dice- perder el miedo a este momento, así como la conveniencia de abrirse a la necesidad de que los familiares cercanos a la persona que termina su vida compartan con ella, de forma abierta y aceptante, este momento pudiéndole expresar todo lo que quedó pendiente: lo siento, te amo… ya que sólo se trata del pasaje a un nuevo estado de conciencia en el que se continúa comprendiendo, y en el que el espíritu tiene la posibilidad de proseguir su crecimiento… …digo que la muerte física del hombre es idéntica al abandono del capullo de seda por la mariposa. …el capullo de seda y su larva pueden compararse con el cuerpo humano. Un cuerpo humano transitorio. Desde el momento en que sois una mariposa liberada, es decir, desde que vuestra alma abandona el cuerpo, advertiréis enseguida que estáis dotados de capacidad para ver todo lo que ocurre en el lugar de la muerte, en la habitación del enfermo, en el lugar del accidente o allí donde hayáis dejado vuestro cuerpo. Morir significa, simplemente, mudarse a una casa más bella...”

No es una sombra negra y pesada la Muerte
sino algo que se mueve sin cesar
¡No hay muerte!
. . .y el viajero se va.
Luego viene otra vez. . .
y se vuelve a marchar . . ..
(Fragmentos de León Felipe)