COCO MARIPOSA
Año a año desde tiempos inmemoriales el primer domingo de septiembre, en la época en que las lilas perfuman el aire, miles de mariposas regresan a libar de ellas y las mujeres de la familia de Coco suben al bosque a bailar “El baile de las mariposas”. En medio de esa danza fue parido Coco.
Después la vida siguió normal en la aldea y Coco crecía correteando por las calles, levantando las polleras de las nenas, al tiempo que les gritaba: “nena mariposa”
“Coco es de entendimiento corto”- empezaron los vecinos- Su vocabulario entero, apenas son dos palabras. Coco no habla. Solo pronuncia “nena mariposa” mientras levanta las enaguas de las nenas que lo de “nenas” van perdiendo.
-“Ya no es inocente lo que hace” susurraban las mujeres bajo el abanico.
-Debería tener un castigo para que aprenda modales” juzgó el Consejo de Grandes”
Con ello se inauguró un tronco largo y ceniciento a las orillas del bosque del que colgaban a Coco por atrevido y por tonto.
Sabiendo eso su madre pronto acudía a descolgarlo y mientras lo limpiaba, le explicaba paciente:
-“Coco, eso no se hace. Las chicas no son mariposas. No son alas sus faldas”
Coco, de entendimiento corto, asienta con su cabeza mojada, mientras su madre lo baña, lo peina y lo abraza
Es época de cosecha y mama tiene la panza hinchada:
- “Viene una nena Coco”
-“Nena mariposa” – dice Coco recostado en su panza.-
- “No, Coco - repite mama amorosa mientras le acaricia la espalda.- Las nenas no son mariposas. Esta será tu her-ma- ma”
- “Herrrrr -m- ma-mama-nnnna mariposa -insiste Coco.
- “Se llamará Lila, como las flores de los arboles de las mariposas.”
Llegando otro Septiembre en medio de la danza, Lila pegó un berrido y Coco se maravillo ante su hermana. Salió corriendo a la aldea a buscar mujeres con panza para levantarle las faldas. “Mujer mariposa, herrrrmana mariposa Coco gritaba y cantaba…”
Muy sesudamente pensó el Consejo de Mayores, que Coco era una amenaza. Un bochorno una vergüenza.
¡El orden que se perturba por un idiota que canta alterando las costumbres de esta aldea de personas honradas!
-“¡Que viva con las mariposas si solo de ellas habla!”
Y allí en la oscuridad del bosque, en medio de la penumbra y la nada lo soltaron a este joven que se las arregle con su desgracia. “El sacrificio de uno nos salva a todos” fue la máxima que los justificaba.
Mamá pregunta y lo busca y un silencio de muerte le sacude el alma…
Coco, de entendimiento corto, no conoce los caminos, ni entiende que hay senderos por los que se regresa a casa, ni sabe de encrucijadas.
Coco se queda en el bosque… Vaya a saber de su suerte…
Es Septiembre… otro domingo… las lilas florecen y las mariposas danzan… Madre, tías, abuela, hermana llegan como todos los años a bailar el Baile de las mariposas…
Algo sutil en el viento se apodera de sus enaguas, sobrevuelan mujeres con sus faldas levantadas y un aleteo etéreo les acaricia el alma.
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